Roxana Malina-Chirila [Ex miembro de la Escuela de Yoga Esotérico (MISA). Ponencia presentada en la reunión anual de la Federación Europea de Centros de Información e Investigación sobre Sectarismo (FECRIS). Salses Le Château, 13.10.2012]
Traducción: Miguel Perlado
Un apocalipsis es una situación emocional. No me refiero aquí al sentido habitual de la palabra apocalipsis, la muerte de la humanidad, la destrucción de la civilización, o el fin de nuestro mundo. Más bien me estoy refiriendo al fenómeno que se produce cuando una secta hace que el fin del mundo sea parte de su doctrina: un apocalipsis muy específico para el cual el grupo se prepara y que pasa a forma parte de la mentalidad y la cotidianidad de un grupo restringido, de un grupo local de personas. Benedict Anderson explicó una vez que la mayoría de las comunidades de las que formamos parte son demasiado grandes para nosotros como para llegar a conocer personalmente a cada persona que participe en ellas (el autor las llamó “comunidades imaginadas”), es decir, nos imaginamos comunidades, sintiendo un parentesco con otras personas que viven en el mismo territorio, hablan el mismo idioma, tienen las mismas creencias – o incluso comparten el mismo apocalipsis.
Un apocalipsis es una solución local a los problemas habituales y a los deseos. Se conecta con el miedo a la muerte, traduciéndose en la muerte y destrucción a mayor escala que, paradójicamente, puede hacer que el individuo se sienta que controla su destino. Un apocalipsis es un juicio de valor que decide de una vez por todas quién es el virtuoso y quiénes son los pecadores, quién estaba en lo correcto en su creencia y quién estaba equivocado. Un apocalipsis es una oportunidad de luchar contra el mal y demostrarse a sí mismo que uno puede ser un salvador, una persona digna o un héroe que puede resistir cualquier desafío.
Mientras que sectas apocalípticas hay muchas y variadas según las características específicas de las enseñanzas de cada grupo, el núcleo de los diversos escenarios para el fin del mundo sigue siendo el mismo y por lo general forma un nudo de emociones y significados, de conceptos, deseos y temores. Creo que para empezar desactivar el concepto de la apocalipsis, en general no será suficiente una prueba en contra de la teoría favorita apocalíptica del grupo, sino que también será necesario entender cómo llegaron a estar convencidos de tal apocalipsis y cuáles son las implicaciones para los seguidores.
Voy a abordar la cuestión como un ex estudiante de la escuela rumana de Yoga Esotérico (MISA), en otras palabras, como una antigua miembro de un grupo con aires orientalistas que cree que ya ha evitado por lo menos dos grandes desastres y que está convencido de estar trabajando duro para retrasar o detener el Apocalipsis de 2012.
Según el grupo, llegaron a evitar un primer desastre que hubiera podido tener lugar en 1996, cuando un asteroide podría haber llegado a golpear la tierra, y el segundo desastre hubiera sido un devastador terremoto que habría destruido gran parte de Rumania; los yogis de MISA creen que han logrado evitar los desastres por meditando y rezando. Ahora están meditando, rezando e invocando la gracia de Dios para evitar o retrasar el Apocalipsis 2012.
Para entender mejor el concepto de este apocalipsis particular, y cómo se relaciona con el resto de las doctrinas del grupo, es necesario tener en cuenta algunos antecedentes de la escuela de yoga MISA. Establecida en 1990 bajo el nombre de Movimiento de Integración Espiritual en el Absoluto (MISA), fue una de las primeras escuelas de filosofía oriental y prácticas espirituales en el país, en un entorno social en que cualquier disciplina oriental estaba prohibida durante el régimen comunista que se alargó hasta finales de 1989. Las clases de yoga se realizan una vez a la semana; al final de un año de estudio, los que han asistido a suficientes clases automáticamente se gradúan en un año superior (actualmente, el nivel más alto dentro del grupo es el 23). Debido a su buen momento y una estructura organizada por cursos, la escuela de MISA ha logrado atraer a un gran número de intelectuales que asistían o continúan asistiendo a sus clases. MISA también organiza campamentos de yoga, conferencias, exposiciones, cursos sobre medicina tradicional de la India, astrología o temas relacionados con la espiritualidad, así como los grupos de estudiantes que tienen como finalidad la mejora de la relación maestro-discípulo, o la superación personal de la mujer. Finalmente, a los estudiantes se les hace creer que pueden encontrar la respuesta a la mayoría de las preguntas y situaciones de su vida dentro del grupo y que el líder Bivolaru sabe de todos los temas posibles y pueden sugerir alternativas mejores a las que encuentran en el mundo y que todo lo de fuera es falso. Poco a poco, llegan a creer que son mejores que las “personas normales” y que regresar al mundo, a los intereses normales o a las relaciones normales, podría llegar a afectar negativamente a su nivel espiritual.
A pesar de que MISA se describe a sí misma como una escuela de yoga, las enseñanzas teóricas también se extraen de otras tradiciones, de modo que Shiva y Shakti son adoradas junto con Jesús o la Virgen María. Otras doctrinas se han extraído de las ideas new age o bien de teorías conspiracionistas, o incluso del neo-trantismo sexual, entremezclándolo con creencias en extraterrestres benévolos que vienen a ayudar a la humanidad, la idea que los masones quieren gobernar el mundo o tratan de doblegar a MISA. Bivolaru y el núcleo duro de la secta (los instructores de renombre y ciertas personalidades) intentar transformar estos elementos en un todo único y coherente, pero de vez en cuando surgen problemas doctrinales. A menudo, las discrepancias o las contradicciones se suavizan por la modificación de los textos de otras tradiciones espirituales para dar la impresión que las ideas de MISA son universalmente compatibles.
Sin embargo, aun cuando las contradicciones aparecen, por lo general se pasan por alto y se ignoran porque los yogis de MISA no se animan a realizar una investigación a fondo, sino que se tragan todo lo que se les dice sin contrastarlo. Hay una enorme cantidad de cursos escritos, libros, folletos, conferencias y artículos sobre una amplia gama de temas, pero el núcleo de las doctrinas de MISA es en realidad transmitido oralmente, a veces con aforismos cortos unidos para facilitar la memorización y respuestas más rápidas a los problemas.
Por ejemplo, “un gramo de práctica vale más que toneladas de teoría”, de modo que al yogi se le hace creer que si él o ella hace lo que los instructores -o especialmente Bivolaru dicen-, entonces van a evolucionar rápidamente. Así, la tan codiciada evolución es evaluada por los “estados” que el yogi tiene: “El árbol se conoce por su fruto; un hombre por sus obras y por el yogi sus estados”. El elusivo “estado” es un estado de ánimo / sentimiento / condición en la cual el estudiante puede encontrarse: el estado de felicidad, el estado de sabiduría, el estado súper-mental, el estado de comunión con Dios, etc. Los yogis son alentados a ser hipersexuales, ya que “la energía sexual es la energía fundamental de la vida”. A los yogis MISA también se les anima a sentir antes que a confiar en su lógica o sus pensamientos ya que “la mente miente”. Se les anima a seguir ciegamente a Bivolaru (“la probabilidad de encontrar un auténtico maestro espiritual es la misma que la de una tortuga marina que se acerca a respirar cada cien años y aún así se las arregla para golpear su cabeza en una pieza flotante de madera”).
En este contexto, todos los apocalipsis posibles pueden ser evitados mediante el uso de métodos propuestos por Bivolaru, que implicará pedir la intercesión de Dios en tales asuntos. El éxito de la comunicación con Dios será juzgado por la «estados» que el yogi tenga durante sus meditaciones / invocaciones (sentirse mejor, sentir, sentir la vida). No creer en el apocalipsis debido a la incredulidad sería sucumbir a la mentira de la mente, la mente es también llamada estupidez.
El concepto del apocalipsis de MISA es, al igual que gran parte de su doctrina, de transmisión oral y deriva de varios elementos tomados indistintamente de diversas tradiciones. El mes de diciembre de 2012 se ve como un momento en que el mundo se mueve hacia una nueva era – el Satya Yuga hindú, una edad espiritual en el que la Tierra entrará en un cinturón de fotones que destruirá a todos los que no están preparados espiritualmente para este cambio. Los extraterrestres benevolentes están ofreciendo su ayuda a la humanidad y hay que decirle que su ayuda es aceptada a través de meditaciones en las que se transmite una respuesta afirmativa a ellos. Se supone que habrán toda una serie de desastres naturales, que en su mayoría van a suceder en cualquier lugar, pero en Rumania se podrá evitar a través de las oraciones y las invocaciones de los yoguis MISA. Al mismo tiempo, los masones, un grupo de personas que quieren esclavizar a la humanidad, también son conscientes de estos desastres inminentes y están construyendo estructuras subterráneas para defenderse -, pero algunas de estas estructuras subterráneas fueron destruidas debido a la voluntad de Dios tras las meditaciones de los yogis de MISA.
Incluso si cuando resume toda esta teoría parezca de lo más increíble, el yogi entra en contacto con ella y gradualmente irá asumiéndola parcial o totalmente. Sin embargo, el apocalipsis como un todo es una creencia secundaria y opcional en el sistema MISA; los temas que son universalmente aceptados y que constituyen el núcleo doctrinal de MISA suelen estar relacionados con la sexualidad, las conspiraciones o el esfuerzo personal realizado para evolucionar espiritualmente.
Aún así, la idea del apocalipsis tiene bastante influencia sobre la mentalidad de los yogis, por lo que se les anima a meditar y rezar en su contra, hecho éste que surge a menudo en conversaciones con miembros de MISA.
El hecho de discutir y considerar la posibilidad, aún sin estar totalmente de acuerdo, muestra hasta qué punto calan los puntos de vista de Bivolaru sobre sus seguidores. Vivimos en una cultura en la que estamos muy familiarizados con los escenarios del fin del mundo gracias a las películas y otros medios de comunicación, así también debido a la propia tradición cristiana que habla del fin del mundo. Más allá de estas consideraciones, el apocalipsis de una secta se conectará a tres ideas que tienen fuertes lazos emocionales: 1. el miedo personal a la muerte, a la imagen generalizada de todo el mundo agonizante, 2. al juicio de todos aquellos que mueren (ya sea en el sentido de alguien que juzga o en el sentido que tan sólo los supervivientes dignos irán al cielo), 3. el aspecto de héroe del adepto de una secta, un héroe que lucha contra las fuerzas del mal bajo la perspectiva del final de los tiempos.
En cuanto al primer aspecto, el de la muerte, apunta a que la persona desplaza la incertidumbre de su propio futuro (todos sabemos que vamos a morir, pero no sabemos cuándo ni cómo ni por qué va a pasar después) a la certeza de un evento externo que afectará a todo el mundo. Esto tiene el potencial paradójico de hacer que la propia muerte sea algo manejable; y por otra parte, la persona queda rodeada por muchas otras y por lo menos no se enfrenta al dejar de existir en soledad. Sin embargo, este aspecto de la muerte no es el que se centra MISA.
El segundo aspecto es la del juicio, entre el cristianismo con la idea del apocalipsis y que sólo los hombres buenos irán al cielo o en la escuela de Bivolaru en la que tan sólo las personas espirituales sobrevivirán, habrá algún tipo de medida por la que se pondera el individuo y se establece una valoración. La recompensa al final justifica los problemas actuales y da un sentido a todo el sufrimiento que puede surgir en el camino. Por ejemplo, la imagen de MISA en Rumanía es el de un grupo de pseudoyogis obsesionados con el sexo y el alcohol que adoran al guru (lo que no se aleja mucho de la verdad) y los adeptos tienen que vivir con una desagradable etiqueta. Algunos yogis han experimentado problemas de salud o problemas mentales, pero se consideran pruebas que les hacen mejor y más fuertes al final. A veces, a los adeptos se les pide hacer cosas como trabajar en barras americanas o el videochat erótico o rayando en la prostitución, o se les insta con firmeza a realizar prácticas difíciles cada día. Sin embargo, para los miembros esto puede ser interpretado ya no como una degradación o un abuso, sino como escalones para alcanzar un nivel espiritual que con el tiempo llevará a la salvación divina cuando el yogi sobreviva al apocalipsis o se defienda de los desastres relacionados con la masonería o simplemente se ilumine. Cuanto más profundamente se mete el yogi en estas prácticas, más probable es que siga creyendo en el sistema, en el Apocalipsis y en el gurú a fin de dar un sentido a las dificultades, las prácticas ascéticas y todo el sufrimiento. El deseo de alcanzar todas estas cosas crece a medida que pasa el tiempo con el fin de mantener el equilibrio interno de la persona y para dar sentido a su estilo de vida.
El tercer aspecto es el heroico: los yogis MISA están siempre meditando, rezando e invocando sus fuerzas para ayudar al planeta o la humanidad. Pueden verse a sí mismos como nobles héroes que salvan el mundo, aunque el mundo no lo sepa. Más que eso, se ven luchando contra sus propios aspectos más bajos y a evolucionar para contrarrestar la influencia maligna, el apocalipsis, la dificultad de vivir en un mundo que piensan que está equivocado, una era materialista. No sólo es que se les pueda dar estatuto de validez como hemos visto anteriormente, sino que ellos mismos pueden verse como personas hasta cierto punto puras y buenas.
Ahora que el apocalipsis ya está establecido, hay dos cuestiones a tener en cuenta: ¿cómo reaccionar si el apocalipsis no se produce?. Debido al hecho de que MISA cree que cualquier destino se puede cambiar si uno sabe cómo actuar, sus yoguis intentan evitar la muerte a través de una técnica ritual descrita por Bivolaru (“el método supremo y eficiente”) como parte de un largo programa de estiramientos durante años: el “Programa Planetario de Acción Urgente: ¡No al Apocalipsis!” (también publicado como un folleto) La persuasión se utiliza para convencer a los estudiantes a hacer la técnica en casa o en el trabajo.
La técnica contiene invocaciones a los ángeles, el Espíritu Santo y una invocación de oración dirigida a Dios como el que le pide que perdone los pecados de la humanidad. Un ejemplo de invocación: “Invoco, aquí y ahora, con una fe plena, profunda e intensa, la manifestación misteriosa de la gracia de Dios en mi ser y creo firmemente que aspira a sentirse cada vez más clara e intensamente su acumulación en mi universo interior. Estoy profundamente y plenamente convencido que esto está sucediendo debido a la ayuda milagrosa que el padre celestial – Dios – está ofreciéndome “(Bivolaru 95).
En el sitio web oficial del MISA, hay un artículo titulado “10 razones para llevar a cabo el método supremo y eficiente”, firmado por Maxim Hongell que enumera diez razones para implicarse en el programa:
1. El amor por nuestro planeta y por la humanidad.
2. El privilegio y la responsabilidad derivada del hecho que se sabe acerca de la técnica y del apocalipsis.
3. La fe en Dios, de forma que si los discípulos creen en Dios, entonces deben creer que puede salvar al mundo, así se le pide que lo haga.
4. Asegurar la continuidad de la vida.
5. Un buen impacto en el estado general del planeta y de la humanidad, ya que los discípulos están orando por el perdón de los pecados.
6. Elevar el nivel de vibración del planeta y de la humanidad.
7. La excelencia del método supremo y eficiente, ya que es tan bueno que debería ser practicado por lo menos dos veces al día y debe tener prioridad en nuestra práctica espiritual.
8. Hacer lo que dice el maestro espiritual y así evolucionar espiritualmente
9. La eficacia de la acción de grupo
10. Evolución espiritual personal debido a ayudar al resto del mundo.
Podemos ver aquí que la idea de la muerte se menciona, pero sólo a través de la negativa: la técnica disminuirá la muerte. El aspecto heroico se enfatiza: los yogis serán capaces de salvar al mundo. Además, van a ser mejores personas al hacerlo. Un añadido interesante es el hecho que al hacer la técnica uno sigue al maestro, y por lo tanto, evoluciona más rápidamente.
Uno podría preguntarse por qué los yogis estarían dispuestos a emplear una técnica durante tanto tiempo, y más si no están seguros de que el fin para el que se emplea sea en realidad real. Esta pregunta está conectada realmente al por qué los yogis -y los miembros de las sectas en general- siguen técnicas, órdenes y a alguien que dicta sus vidas. Un estudioso de las emociones, William Reddy, sugiere que lo hacen con el fin de evitar conflictos emocionales: una reglas estrictas sacrifican la libertad, pero permiten que las personas sea más estables y menos vulnerables cuando se enfrentan a cuestiones problemáticas (125, 126). En este caso, los yogis de MISA pueden sentir que son menos vulnerables ante la muerte y el fracaso social y si llegan a caer en el mundo “normal” siempre pueden seguir unos sencillos pasos para convertirse en héroes de MISA en el mundo.
Son las emociones, y no las creencias, las que llevan a trabajar en el movimiento para evitar el apocalipsis, o a meditar con el guru o a trabajar de forma gratuita para el grupo, o incluso, en el caso de las mujeres, que se prostituyan porque Bivolaru les pide hacerlo. Como Nico Fridja dijo, “¿Qué hay de malo con la muerte, aparte que no nos gusta?” (Citado en Ramos 21). ¿Qué hay de malo en cualquier curso de acción, de hecho, que no nos gusta o no gusta el resultado? Incluso si procedemos de modo racional, sopesando las opciones y recogiendo datos, a continuación, nos movemos a actuar sobre la información que tenemos, por lo tanto lo que estamos intentando viene determinado por nuestras emociones.
Por el contrario, nuestras emociones pueden hacernos priorizar la información que recibimos, por ejemplo tomando o rechazando los datos, creyendo o sin creerlo del todo, por lo menos hasta cierto punto, dependiendo de nuestras emociones conectadas a esos datos y a los datos que la contradigan (Yudkowsky). Y lo que es peor, puede que tengamos una tendencia a llegar a una conclusión y luego encontrar las evidencias que la confirmen, es decir, racionalizamos nuestros datos recogidos.
De este modo, incluso si los yogis de MISA pueden ver que estamos en octubre de 2012 y la gente no se está muriendo todavía de la forma en que se suponía que según la doctrina se produciría, entonces la situación se racionaliza. Se puede concluir que la razón por la cual el apocalipsis no aconteció es porque lo evitaron, al igual que supuestamente hicieron cambiando el curso de unos asteroides que iban a hacer desaparecer la Tierra tras un terremoto devastador.
También pueden buscar signos del apocalipsis e interpretar cualquier cosa desagradable que descubran en esa clave: si hay luces no identificadas en el cielo, deben ser naves extraterrestres. Si hay una nueva epidemia (como la gripe porcina), es una señal de muerte inminente y una de las señales bíblicas del fin del mundo. Se han tomado medidas sobre el fin del mundo: ahora, si pasa algo o no, siempre pueden tomarlo para confirmar su creencia, si en definitiva así necesitan que sea. La pregunta que surge es si están suficientemente adheridos al apocalipsis para esperar que sea el resultado de su razonamiento.
El apocalipsis cambiará los puntos de vista de las personas en todo el mundo, lo que dependerá de si quieren o no cambiarlo. Tanto si el yogi de MISA cree fervientemente en el apocalipsis o no, la idea de impedir la desgracia modificará su percepción hasta el punto que los desastres y muertes súbitas no serán algo inesperado. Pasan a ver las técnicas MISA como muy poderosas y creen que pueden hacer cualquier cosa con ellas y eso pese a que aún “no trabajen lo suficiente”. Esto significa que en caso de que alguien caiga físicamente o mentalmente enferma, la situación es culpa del uso inadecuado de las técnicas, ya no de las técnicas en si mismas.
Por ejemplo, dos yogis de MISA, Cristina Gaina y Diana Dobrin, bastante famosas y que habían protagonizado películas porno de MISA para “educar sexualmente” el mundo, murieron de cáncer de mama. Su enfermedad fue atribuida a problemas emocionales (Cristina Gaina era conocida por ser un poco dura, mientras que Diana Dobrin había tenido problemas con uno de los VIPs de MISA) y buscaron consejo médico de Bivolaru, quien les advirtió en contra de ir a los médicos o recibir tratamientos alopáticos. Cuando murieron, se interpretó como que no lograron resolver sus problemas emocionales y espirituales, sus “estados”, que como he mencionado son la medida por la que se juzga la evolución de un yogi de MISA y se supone que un perfecto yogi está a salvo de cualquier enfermedad física. Además, otros dos yogis se suicidaron, Attila Nagy y Mihaela Diaconescu. Sus muertes fueron atribuidas a “influencias demoníacas”. Además, hay numerosos yogis que tienen problemas físicos o psicológicos, pero sus problemas son interpretados como el resultado de sus imperfecciones espirituales. El preguntar sobre sus problemas escasea, debido a que es visto como algo “atípico” en un yogi.
Hay muchos “ganchos” que pueden jugar con los temores y los deseos de los miembros de una secta para hacer que deseen creer en lo que se les dice. La solución, en mi opinión, no sería demostrar que el gancho es falso: después de todo, siempre habrá algún gancho que pueda atrapar a las personas, ya sea religioso o materialista (la base de los juegos de azar) o cualquier otro. La solución sería ir al meollo de la cuestión: el apocalipsis, como una secta, es sobre todo un fenómeno emocional, tenemos que resolver eso. Es una batalla de lo que queremos creer en contra de lo que debemos creer. Si queremos creer en algo, entonces vamos a racionalizar con el fin de demostrarnos a nosotros mismos que la situación es como nos imaginamos que fuera. Por lo tanto, un enfoque para resolver este problema sería tratar de convencer a la gente a buscar creer lo que es verdad, no buscar una prueba de que lo que creen que es verdad. La solución no es un ataque contra el apocalipsis, ya que es un fenómeno local, un fenómeno emocional y se puede luchar una y otra vez en contra sin llegar muy lejos, sino un intento de convencer a las personas para probar y volver a probar lo que creen antes de que cometan los mismos errores. Una buena dosis de introspección para conocer nuestros puntos emocionales más vulnerables, puede ayudar a “vacunar” contra el apocalipsis, las sectas u otros ganchos que atrapan a las personas en apegos emocionales insanos.
Referencias
Anderson, Benedict. Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism. London: Verso, 1991. Print.
Bivolaru, Gregorian. The Planetary Program for Urgent Action “No to the Apocalypse!!!” Vol. 1. N.p.: Natha House, 2011. Web. <http://www.scribd.com/doc/94914468/No-to-the-Apocalypse>.
Hongell, Maxim. “10 Reasons to Perform the Supreme and Efficient Method.” YogaEsoteric. N.p., 10 Mar. 2012. Web. <http://www.yogaesoteric.net/content.aspx?lang=EN>.
Reddy, William M. The Navigation of Feeling: A Framework for the History of Emotions. Cambridge, U.K.: Cambridge UP, 2001. Print.
Yudkowsky, Eliezer. “Affective Death Spirals.” Less Wrong. N.p., 2 Dec. 2007. Web. <http://lesswrong.com/lw/lm/affective_death_spirals/>.