¿Cómo salir del Camino Neocatecumenal? Abuso psicológico y comportamiento sectario

Pablo Herrera, periodista, antropólogo y especialista SEO. En la actualidad, trabaja como Head of SEO & Content en la agencia de marketing digital Ddigitals. Tras crecer en una familia del Camino Neocatecumenal y tener que abandonar el domicilio familiar a los 18 años, lleva más de una década divulgando en la red comportamientos sectarios y de abuso psicólogo que vivió en el seno del Camino.                                 

Trabajo presentado originalmente en el VIII Encuentro Nacional de Profesionales, Familiares y Ex Miembros de Sectas, celebrado en Sevilla los días 3 y 4 de marzo de 2022

1. ¿QUIÉN SOY?

Me llamo Pablo Herrera. Soy periodista, aunque me dedico al SEO y al marketing digital y que esté escribiendo estas palabras se debe a otra característica fundamental sobre quién soy. Quizá, al mismo nivel que mi orientación sexual, y es que soy ex neocatecúmeno.

Antes de empezar a hablar sobre salir del Camino Neocatecumenal, me gustaría aportar un poco de contexto. De por qué estoy escribiendo estas palabras tras haber participado en el VIII Encuentro Nacional sobre Abusos Psicológicos y Sectas.

Me gustaría empezar certificando que es realmente difícil encontrar personas que se atrevan a hablar públicamente del Camino. Lo sé porque lo llevo haciendo desde que pude salir, dieciséis años atrás.

Cuando salí, tenía una imperiosa necesidad de hablar. De contar lo que había vivido. Que nadie pudiera vivir lo que yo o, al menos, nadie se sintiese tan solo como yo me sentí. En ese momento, no tenía ningún tipo de referencia sobre que una buena vida fuera del Camino era posible para un exmiembro.

O, más bien, que la vida fuera del Camino podía ser algo aceptable, algo bueno. En definitiva, algo agradable que mereciera la pena ser vivido. Porque, no creo que sea una sorpresa para nadie, como en otros movimientos sectarios, desde dentro se trata de convencer de que, si estás fuera, el mundo te va a destruir.

Además, mi presencia escribiendo estas líneas es fruto de otras curiosidades. Primero debo señalar esta necesidad de expresarme, pero también algo de caridad cristiana. En el Camino se me repitió mucho que había que ayudar a los que lo necesitaban, aunque en la práctica no terminó siendo algo tan real como defendían.

También tuve la suerte de tener un talento que luego se convirtió en mi profesión. Me refiero a escribir. Como se me daba bien escribir y sentía que tenía cosas que decir, pues me dediqué a escribir lo que había vivido en el Camino, primero en un blog, luego en otro y finalmente en una web, que realmente era mi web profesional de freelance, pero donde no pude dejar pasar la oportunidad de mostrar un poco más que es el Camino Neocatecumenal.

Mi trabajo es el posicionamiento orgánico en Google. Es decir, que cuando tú busques algo te aparezca lo que quiero que te aparezca. Así que apliqué mis conocimientos al Camino y le llegó y le sigue llegando a mucha gente. Aunque mi objetivo era llegar a personas que buscasen cómo salir del Camino, también llego a personas que buscan, simplemente, qué es el Camino. Mientras escribo estas palabras -el mundo del SEO es siempre mutable- soy el primer resultado tras las dos páginas oficiales del Camino. Así que me he convertido en algo así como la voz crítica oficial del Camino Neocatecumenal en internet.

Al poco de salir, también hice varias pruebas con YouTube. No considero que hablar en público sea mi talento, así que terminé borrando esos vídeos. Sin embargo, la gente estaba tan necesitada de este tipo de testimonios que hubo varias personas que se descargaron mis vídeos y los subieron desde sus cuentas personales cuando yo los borré.

Podría haber denunciado esos vídeos, porque realmente no quería que fueran públicos, pero me rendí a la evidencia. La mayor parte de la gente no se sentía con fuerzas de hablar y yo estaba en una buena posición para hacerlo. Así que decidí no interponerme.

Hablar en público, incluso delante de una cámara es algo que me aterra y que me genera mucha ansiedad. Una de las claras consecuencias de haber pasado por el Camino Neocatecumenal, en el que eres juzgado de manera continua por una gran cantidad de personas, es haber desarrollado una alta ansiedad por evaluación.

Cuando me lo pude permitir económicamente, comencé a trabajarlo en terapia. Pero hacer cosas como mostrarme en vídeos o asistir a congresos me sigue resultando bastante duro. Especialmente porque los síntomas de mi ansiedad son principalmente fisiológicos y no cognitivos. Entonces, no importa que piense que estoy en un contexto favorable a mis palabras, mi voz comienza a temblar, mi corazón late cada vez más rápido y me voy poniendo cada vez más nervioso al comprobar que no lo puedo controlar.

Entonces, ¿por qué hice esos vídeos y acepté participar en el Congreso y dar una ponencia?

Por una parte, porque creo que mi testimonio puede ser útil y puede aportar un poco más de luz para cuando un profesional tenga que relacionarse con alguien que ha pasado o está en el Camino.

Por otra, porque sigo sintiendo esa necesidad imperiosa de hablar y, sobre todo, evitar que mi ex pertenencia al Camino Neocatecumenal me impida tener una vida normal o hacer cosas que pienso que debería hacer.

En estos dieciséis años que llevo fuera del Camino, ha habido mucha gente tratando de silenciarme. He recibido bastantes amenazas físicas virtuales, muchos insultos y alguna que otra amenaza de demanda jurídica que nunca se ha materializado.

Sin embargo, he tenido la suerte de romper todos mis vínculos en el Camino. Vivo a varios cientos de kilómetros de donde caminé y tengo mi marido, mi trabajo, mi nueva familia y, en definitiva, una nueva vida lejos del movimiento. Al no mantener esta vinculación, puedo permitirme hablar sin miedo.

Sin embargo, mi objetivo no es hablar de mí, más allá de aportar un poco de contexto y voy a comenzar a explicar qué es el Camino.

2. ¿QUÉ ES EL CAMINO NEOCATECUMENAL?

El Camino Neocatecumenal es un movimiento católico laico. Es decir, no está formado por religiosos como monjes, monjas o sacerdotes, aunque pueden participar en condiciones de igualdad con el resto de los miembros. El Camino está enfocado en la población civil y, sobre todo al principio, principalmente en los más vulnerables de la sociedad.

Se trata de un movimiento neoconservador, pero internamente se ven como renovadores, ya que han transformado la doctrina de la Iglesia y tienen algunos ritos ligeramente diferentes. Surgen, además, a raíz de la modernización de la iglesia tras el Concilio Vaticano II.

El camino fue fundado por Kiko Argüello, el ideólogo y cabeza del movimiento, junto a Carmen Hernández, recientemente fallecida, y Mario Pezzi, un sacerdote italiano.

Kiko Argüello, que se definía como ateo y nihilista, afirma que fue la propia Virgen María quién le dijo que iniciara el Camino, en una historia que pivota entre la visión y la simple inspiración, según el momento y la audiencia que tenga.

La idea que le trasmitió la Virgen María era recuperar el espíritu de las primeras comunidades cristianas del Levante Mediterráneo, con un camino de iniciación a la fe dividido en diferentes pasos de adhesión.

Aunque externamente se les conoce como los kikos, por seguir ciegamente a Kiko Argüello, internamente se denominan comunidades. Entre sí no se van a preguntar si la otra persona es kika, sino si pertenece a las comunidades.

Para poder entender el funcionamiento del movimiento, me resulta muy descriptivo crear una equivalencia con una universidad. Una universidad en la que se desarrolla una única carrera: el Camino Neocatecumenal. Cada iglesia católica que tenga esta carrera correspondería a dicha universidad. Por su parte, las comunidades serían los cursos.

Sin embargo, los cursos no son anuales. Los exámenes finales, que podríamos relacionar con los pasos del Camino Neocatecumenal, se realizan con diferentes periodicidades. Como en la universidad, no siempre se aprueba, sino que es posible suspender y tener que repetir el curso hasta hacer de nuevo la prueba.

Sin embargo, el aprobado en el Camino no es individual, sino que es colectivo. Toda la comunidad debe aprobar para poder entrar en el siguiente curso. Si alguien no lo consigue, toda la comunidad queda atrás. La comunidad funciona como una totalidad, como un único organismo dentro del Camino, aunque también hay jerarquías internas dentro de cada comunidad.

En resumen, cada año surge una nueva comunidad en cada iglesia tras un proceso de catequesis para adultos y comienzan a “caminar”. Para ello, van pasando por una serie de ritos, celebraciones, charlas y misas hasta alcanzar una prueba final y secreta denominada paso.

Si apruebas el paso, pasarás al siguiente nivel y volverás a comenzar el proceso. Si suspendes, tendrás que repetirlo. Estos pasos o pruebas finales suelen hacerse en conjunto con otras comunidades de otras iglesias que se encuentran en el mismo momento del Camino. Es decir, es como si para hacer un examen de primero de periodismo de la Universidad de Sevilla, te unieran con los estudiantes de primero de periodismo de la Universidad Complutense y la Universidad de Málaga, ya que el examen es igual en todo el mundo.

Además, cuando mucha gente ha dejado la comunidad, porque mi caso no es nada raro y hay mucha gente que se va, especialmente en los primeros años, la comunidad puede fusionarse con la inmediatamente anterior o posterior.

En mi experiencia, aproximadamente la mitad de los miembros terminan saliendo en los primeros años. Eso sí, conforme más tiempo pasan dentro, más complicado les resulta salir y recuperar su vida.

Hasta aquí tendríamos un resumen muy simplificado del funcionamiento general. Además, hay una serie de cargos internos ideados para que cada persona se encargue de una cosa. Estos cargos se eligen de manera democrática por cada comunidad, aunque hay algunos matices en los catequistas.

Los catequistas serían los profesores de la clase y provienen de otras comunidades, donde son elegidos. Hay diferentes niveles y tipos, cada uno con una denominación diferente. Hay catequistas para los niños de las comunidades, hay catequistas misioneros que van a otros países a evangelizar, itinerantes que se encargan de crear la estructura en comarcas determinadas o provincias, etc.

El responsable -o responsables si es un matrimonio- de la comunidad corresponderá con el delegado de clase. También hay diáconos encargados de hacer el pan (con una receta diferente al habitual, con levadura) y repartirlo junto al vino en la eucaristía, que beben todos los asistentes del mismo cáliz (o de varios cálices si hay muchas personas). En una de las iglesias donde estuve solo podían hacerlo los hombres, en otras las mujeres también lo tenían permitido, por lo que también hay que señalar que hay diferencias entre cada lugar.

Por otra parte, también hay cargos menores como salmistas, que se encargan de cantar y tocar instrumentos; floristas que preparan la decoración; lectores que leen las lecturas de la Biblia, etc. En definitiva, todo el mundo termina teniendo algún tipo de rol dentro del movimiento, todo el mundo es útil y todo el mundo es “necesario” para que el curso se desarrolle con normalidad.

Así nadie se queda atrás y, si alguien se queda atrás, se considera una enorme traición y llega el vacío.

El Camino en sí mismo se acaba. Es decir, los pasos no son infinitos. Después de unos 30 años aproximadamente, no es una cifra fija porque también depende de cuánto “suspendas”, acabas el Camino. Entonces se hace un viaje a Israel y dejas de “caminar”, para hacer otras actividades dentro del Camino y celebrar nuevos ritos. Además, subes un escalón en cómo se te considera en el movimiento. De hecho, con los pasos, hay ciertos privilegios que se van ganando y también diferentes obligaciones. 

Como esto no es un artículo sobre qué es el camino sino sobre cómo salir del Camino, creo que esta introducción basta para entender el funcionamiento general y que entremos en materia. Al ser una comunicación para el VIII Encuentro Nacional sobre Abusos Psicológicos y Sectas, en lo que me quiero centrar es en el abuso psicológico. Hay muchas cosas que se podrían abordar sobre el Camino, pero creo que lo más útil es que vaya dándoos algunos ejemplos de prácticas que se hacen dentro.

3. EL DINERO

Ya he mencionado que tu comunidad funciona como una totalidad. Esto se ve en todo momento, tú dejas de ser tú para ser, por ejemplo, Pablo, de la séptima comunidad de San José Artesano con x cargo interno, por ejemplo, lector o salmista. En general, se te identificará por la comunidad en la que estés: “es de la séptima de San Vicente de Paúl” o, en todo caso, por el paso que hayas aprobado: “acaba de hacer el Shemá”.

Al pasar a formar parte de un colectivo, toda la comunidad se hace responsable de sus obligaciones. También a nivel económico. Por ejemplo, a partir del tercer paso, los Segundos Escrutinios, cada miembro paga a la comunidad el diezmo, es decir, la décima parte de sus ingresos mensuales.

Pero en realidad, es la comunidad al completo a la que se responsabiliza de dar determinadas cantidades económicas. Por ejemplo, para pagar charlas, viajes a los catequistas, centros de evangelización, etc. El grupo al completo se hace cargo, con aportaciones más o menos anónimas, al menos al principio.

No hay cuentas comunes, como ocurre en el Opus Dei. Cada persona tiene su propia cuenta bancaria. Pero sí que hay fondos comunes que se utilizarán para diferentes necesidades. La gestión del dinero se realiza con mucho secretismo y, según me han comentado diferentes personas de distintas partes del mundo, en algunos casos da lugar a prácticas que difieren mucho del uso cotidiano eclesiástico.

No voy a entrar en esto, porque yo nunca he sabido de primera mano que pasaba con el dinero. Solo que el dinero se daba a tu responsable y él se encargaba de gestionarlo cómo considerase. Las comunicaciones entre el responsable de tu comunidad y los superiores del Camino Neocatecumenal respecto al Camino, para mí, continúan siendo un enigma.

Aun así, me parece importante entender que la comunidad es un organismo autónomo. Tú formas parte de una comunidad y la comunidad tiene sus finanzas propias con las que responde frente al movimiento.

4. ACABAR CON LA INDIVIDUALIDAD

Uno de los puntos más importantes respecto al abuso psicológico en el Camino Neocatecumenal se trata de acabar la individualidad. Para ello, hay varios elementos importantes.

Uno de los claves, porque es abuso psicológico, tiene que ver con acabar con tu autoestima. De hecho, hay un paso, que se repite mucho, -es decir, que se suele suspender-, que está basado en destruirte. En este paso, los Segundos Escrutinios, te hacen un escrutinio completo. Ven y analizan en -más o menos- público cuáles son todos tus pecados.

Tú los has ido compartiendo con tu comunidad previamente en confianza pensando que era secreto durante unos ritos concretos que se repiten mensualmente, las convivencias, y para aprobar te toca asumir que básicamente eres una mierda y sin Dios, más específicamente, sin el Camino Neocatecumenal no serías nada.

Este momento suele ser un punto de no retorno. Hay mucha gente que se va en este momento, que considera que es demasiado, pero también hay gente que termina siendo 100% dependiente.

Y es que aquí hay un punto de rotura de la confianza, que hace posible esa brecha o salida de miembros. De pronto, son tus propios compañeros de comunidad los que te humillan delante de los catequistas -tus profesores-, para poder pasar de curso. Y delante de la “competencia”, del otro curso que está haciendo el mismo examen.

Aunque este sea uno de los momentos clave, gran parte de las interacciones dentro del Camino tienen ese objetivo. Que tú pienses que eres un grave pecador, pero A LA VEZ Dios te ha elegido y te ha salvado de serlo dentro del Camino. Sin Camino estarías perdido. No puedes salir, porque fuera te esperan todos tus pecados, que aquí son conocidos y, en cierta manera, aceptados por tus compañeros de comunidad.

5. DEPENDENCIA TOTAL

También quiero volver a un paso anterior, los Primeros Escrutinios, que ayudan a entender porque alguien es capaz de someterse voluntariamente a ese proceso de humillación. No solo eso, sino que lo repite al año siguiente tratando de ser lo suficientemente humilde para poder pasar la “prueba”.

Hay que trasladarse al primer paso del Camino, que se hace tras llevar entre tres o cuatro años en el movimiento. Se trata de un tiempo suficiente para que esta dependencia comience a hacerse realidad.

En este paso hay un proceso clarísimo para entender esta dependencia.

Los catequistas -tus profesores-, te ponen una prueba. Para ser más específicos, le ponen una prueba a toda la comunidad, porque aquí o pasan todos o no pasa nadie. En este caso, la prueba consiste en desprenderte de tus bienes más preciados. Es decir, tienes que elegir aquel objeto u objetos materiales a los que tengas más aprecio y venderlos.

En este primer paso, porque si no sería muy obvio, el dinero no te lo piden directamente para la comunidad. Manifiestan que el dinero no es importante, sino que se busca el valor sentimental de las cosas. Cuando lo vendas, el dinero que obtengas debe ofrecerse a un o una indigente que esté pidiendo en la puerta de una Iglesia. Una manera extra de que vea que Dios vela por él o ella.

¿Por qué se hace esto? Muy fácil. Oficialmente, para demostrar que tú única prioridad es Dios. Que no hay nada material que te importe más que tu relación con Dios y con Jesucristo. En la práctica, ¿qué significa? Que te has desprendido de lo más importante que tienes porque tu profesor te lo ha dicho.

De hecho, en el siguiente paso, el Shemá, se hace una evaluación de lo que has vendido y, generalmente, nunca es suficiente. Por lo que te fuerzan a que muestres un mayor compromiso “con Dios” y vendas más posesiones materiales.

Cuando en el tercer paso el dinero ya no te lo pidan para un indigente anónimo, sino sea para la organización, como cuando das el diezmo, pues ya no dudas. Si ya te has desprendido de tu coche, de tus joyas, de tu ordenador o tu iPhone…, ¿qué no vas a dar en el futuro?

Me parece muy interesante este primer paso con un movimiento muy inteligente. Ante la duda de si te quieren robar el dinero, que te haría sospechar, la respuesta es no. Tú eliges a qué indigente le das lo que hayas conseguido. Además, el valor material no importa (en el primer paso, en el segundo ya sí). Solo importa “que pongas a Dios por delante de lo material”.

Pero repito, no pones a Dios por delante, los pones a ellos.

En el Camino, al menos en las iglesias en las que yo he estado, el dinero de las colectas se recoge en bolsas de basura porque el dinero es basura. Es necesario, pero se desprecia. O se dice que se desprecia, así que cuando te lo piden pues el valor de esa petición es muy diferente. No es algo que haya que buscar, no es algo que tenga valor por sí mismo, al contrario, es algo de lo que hay que desprenderse porque suele ser una tentación del demonio.

6. SER ELEGIDOS POR DIOS

Otro concepto que me gustaría compartir es su sensación de ser elegidos por Dios, ya que se trata también de algo que favorece las situaciones de abuso.

Se habla mucho de que la gente que camina es especial y ha sido elegida. Tú no has entrado voluntariamente, sino que todo entra dentro de un plan divino. Dios ha decidido que tú eres mejor que el resto, eres la sal de la vida y que tienes que estar ahí.

¿Cómo vas a salirte? ¿Vas a llevar la contraria a Dios? Esto, además, se suma a que hay elegidos y “elegidos“. Ya he contado antes que el propio fundador dijo que la Virgen le encomendó la misión.

Pues los catequistas, los profes, también están imbuidos del espíritu santo (para esto también hay ciertos rituales como la invocación del Espíritu Santo que se hace en todos los ritos del movimiento).

¿Y qué pasa si están imbuidos del Espíritu Santo? Pues que todo lo que hacen no se puede debatir. Todo lo que dicen es una especie de orden directa de Dios. Además, hay que tener en cuenta que todos los mensajes oficiales además en cadena desde las altas esferas con una estrategia marcada de mensajes y comunicación común para todo el movimiento.

Cuando yo todavía formaba parte del Camino Neocatecumenal me pasó una anécdota que me parece muy ilustrativa, así que la quiero compartir. Transcurría el año 2005 y estábamos en una peregrinación rumbo a Ámsterdam del Camino de toda Europa porque Ámsterdam era la capital del pecado.

En esta ocasión, los catequistas debían trasmitir un mensaje antimusulmán. Hacer frente a la expansión del islam siempre ha sido prioritario para ellos, retomando la retórica de la Cruzada y colocando Ceuta como uno de sus principales objetivos de evangelización.

En el autobús, que iba de San Fernando a Ámsterdam, un viaje de 2.351 kilómetros, el catequista comenzó a trasladar uno de esos mensajes que venían de la dirección del movimiento.

En este caso, comentaba que había chicas jóvenes que cruzaban el Estrecho de Gibraltar desde Marruecos para seducir a jóvenes cristianos. Una vez seducidos y embarazadas de ellos, se volvían a su país y educaban a sus hijos para hacer la Guerra Santa contra sus padres.

Quizá en 2023, en plena época de las fake news, suena a una historia que podríamos encontrar en ciertos noticiarios de ultraderecha. Sin embargo, hablo de 2005, en pleno bipartidismo, cuando ni siquiera existía VOX o Unidas Podemos.

En este caso, había un chico joven que trabajaba o colaboraba con la Cruz Roja en Tarifa. Este chico comentó que, según su experiencia, quienes cruzaban solían ser chicos jóvenes, no chicas, y subsaharianos. Las chicas y chicos marroquíes podían cruzar mucho más fácilmente cogiendo el ferry en Tánger y sin tener que enfrentarse a un viaje de este tipo.

El catequista comentó que lo que decía este chico era falso. Que ellos sabían que esto pasaba porque estaban imbuidos del Espíritu Santo. Entonces, todos los presentes en el autobús pensaron que el catequista tenía razón y ese chico que lo vivía en su trabajo pues estaba engañado por el demonio. Suena a locura, pero cuando lo vives de forma interna parece algo completamente normal.

7. LOS PELIGROS

La infalibilidad de los catequistas me parece muy peligrosa. Por supuesto, como en otras organizaciones sectarias, hay contradicciones y equivocaciones obvias. En esos casos, siempre se opta por el que todas las personas pueden cometer fallos y la infalibilidad solo corresponde al Papa y Dios.

Sin embargo, normalmente, los catequistas son los líderes del movimiento y, por ejemplo, si quieres casarte, cambiar de trabajo o hacer cualquier movimiento en tu vida, siempre tienes que depender de su aprobación. Estás anulado como individuo.

Mi madre, que lo tenía completamente asumido, siempre defendía que “el que obedece no se equivoca” y esa es la máxima general que hay dentro del movimiento. Tú, haz caso al catequista que tiene el espíritu santo y Dios estará contento contigo, aunque no entiendas lo que te pida ni por qué te lo pide.

Esto es peligrosísimo. porque más allá de la parte de trasmisión ideológica del movimiento, los catequistas son seres humanos y puede haber personas terribles que se aprovechen de su posición y su poder. Como en cualquier otra estructura rígida, pero sin ningún tipo de auditoría o control.

 Personalmente, he recibido testimonios durísimos que no voy a detallar porque no he pedido permiso para contarlo, pero hay bastante gente en diferentes comunidades de distintos países de Europa y Latinoamérica que ha vivido verdaderas pesadillas porque les ha tocado catequistas que son básicamente abusadores.

Y, claro, no puedes decir nada porque todo el mundo piensa que ellos están en la verdad, sirva de ejemplo la anécdota del Estrecho. Da igual cuán obvio que sea.

No solo no puedes decir nada, sino que todo tu entorno, porque todo gira en que todo tu entorno sea ellos, los miembros del Camino Neocatecumenal, tienen a estas personas como sus líderes absolutos y pueden desacreditarte en un segundo.

Además, hay otros aspectos como que están en contra del divorcio, como toda la Iglesia Católica. Entonces, si tu pareja te maltrata, pues no hay nunca que denunciar, hay que poner la otra mejilla. O, solo en casos muy extremos, pedir la nulidad eclesiástica.

Personalmente, he visto casos en los que se justifica el maltrato indirectamente con argumentos como que las mujeres deben maquillarse más para gustar a su marido y no dejarse físicamente, sino pueden pasar cosas de ese tipo. No te estabas cuidando, no eras atractiva para él y el maltrato es la consecuencia “lógica”.

Aquí si me gustaría dejar claro que este tipo de casos concretos son personas gestionándolo según unos valores que les han trasmitido. Pero, al menos hasta donde yo sé, no hay directriz clara de los líderes del movimiento que afirme que si alguien es maltratado la solución es que la mujer se maquille. Lo que pasa es que en la práctica, por este poder tan grande que tienen estos individuos que lideran las diferentes comunidades, pues es lo que termina pasando.

En muchas ocasiones, cuando encontréis a una persona del Camino Neocatecumenal que quiera salir del movimiento, puede haber vivido una experiencia de ese tipo.

8. COMUNIDADES DE FANÁTICOS

Al final, todo en el Camino está ideado para crear comunidades de fanáticos. Siguiendo las características de los fanáticos que establece Rubio (2022):

1. Están secuestrado por un sistema de ideas: El Camino da sentido a su vida y su vida es el Camino.

2. Hay una rigidez defensiva: encontramos un convencimiento casi invencible (aunque se contradiga) salvo estas pequeñas brechas que puedan surgir cuando hay pasos muy fuertes.

3. Por supuesto, tienen una naturaleza idealista: cuentan con eslóganes cargados de sentimiento como lo de ser elegidos de Dios, el nuevo pueblo prometido.

4. Por supuesto, tienen tendencia al proselitismo: aspiran a convertirte, que todos pensemos igual. De ahí que vayan por las casas, a partir de un paso concreto, el Paso de la Oración, a evangelizar. Puedes tener amigos externos, pero solo para que lo metas en el movimiento, si no quieren entrar tus catequistas te dirán que no son buenas influencias y los dejes de lado.

6. Como mecanismo de defensa: la escisión: el mundo se divide en buenos y malos. Si te vas, puedes llevar a tus antiguos compañeros por el mal camino, así que lo mejor es hacer el vacío. Pero, para ellos, no hacen el vacío, es la otra persona que ha decidido libremente irse por el camino de Satán y poner en peligro el regalo que le ha dado Dios eligiéndote para participar.

Es muy interesante porque tienen completamente asumido que no existe el bien fuera del Camino, ni siquiera dentro de la Iglesia católica, aunque sea un movimiento católico. Solo existe una manera de salvarse del infierno y es dentro del Camino (porque Dios te ha elegido).

7. Por supuesto, hay narcicismo, condescendencia o peor: intolerancia. En su mundo ellos son los elegidos, son los buenos, son las personas más especiales del mundo y todo el mundo lo debe aceptar. No hay opción a otros sistemas de creencias. Si te relacionas con ellos, especialmente a nivel familiar, o aceptas su manera de ver el mundo, o no te van a dejar relacionarte.

Cuando digo aceptas, me refiero asumes su forma de ver el mundo mientras estés con ellos. Puedes tener tu vida siempre y cuando nada de lo que digas afecte a su visión o “ataque su visión”, pero mientras, por su tendencia al proselitismo, todo el tiempo que estés ahí van a intentar captarte y convencerte de que la única forma que merece la pena vivir la vida es el Camino.

9. ¿CÓMO SALIR DEL CAMINO?

Para mí, la clave para salir del Camino es contar con un sistema de apoyo y saber que no vas a estar solo. Por eso en el Camino se preocupan tanto de que vayas aislándote y no te relaciones con el exterior. Oficialmente, porque tienen al demonio.

No hay prohibiciones expresas, pero en la práctica, por ejemplo, tienes que pedirle permiso a tu catequista para casarte y si tu pareja no es del Camino o la metes dentro o intentarán que la dejes. Con los familiares igual, al final tiendas a quedarte en esa zona de confort, rodeado de la gente que piense como tú.

Cuando hablo con gente que ha salido, lo que más echan de menos es tener a alguien ahí que esté para ellos. En el Camino, si te operan, por ejemplo, tendrás a un montón de gente rezando por ti o visitándote en el hospital, siempre habrá alguien que te haga un favor, que te dé un enchufe para un trabajo o que te preste dinero si lo necesitas, incluyendo del fondo del diezmo.Así que, bajo mi experiencia, lo más importante es que las personas estén rodeadas de personas ajenas al movimiento.

Los “afectos”, así los llaman, es uno de los grandes pecados para el Camino Neocatecumenal. Depender de personas que te quieran. ¿Por qué? Porque si tienes afectos externos (porque con los compañeros de comunidad no hay problema) es más fácil que abras los ojos y veas cuál es tu situación.

Te pueden abrir los ojos, puedes ver cosas que no te cuadren y, sobre todo, alguien que te acompañe en ese proceso tan fuerte de descubrir que, de pronto, todo lo que dabas por hecho era falso. En mi caso, al menos, tener amigos que estaban fuera me ayudó muchísimo a no perder nunca la perspectiva.

Yo no sé muy bien cómo salir del Camino y es algo que me frustra mucho y que hace también escriba estas palabras. En los dieciséis años que llevo fuera, he recibido infinidad de emails, mensajes, etc., tanto de gente que quiere salir como de gente que tiene a seres queridos y no sabe lo que hacer.

En el segundo caso, siempre digo que estén ahí, de fondo para cuando abran los ojos, porque forzarles es contraproducente. Pero en el primero es bastante duro, siempre termino comentando que no soy psicólogo y no tengo las herramientas, pero que, al menos, puedo escuchar.

Porque estas personas, -yo mismo en su momento-, necesitan ser escuchadas. Que todo lo que han vivido como si fuera normal, no tiene sentido, no es normal y que lo puedan decir y alguien independiente lo pueda corroborar.

Porque. además, especialmente si hablas públicamente, como en mi caso, los ataques son continuos y de todo tipo. Algunas amenazas son hasta divertidas del estilo de “Jesucristo va a ir a por ti y va a asesinarte” y cosas similares, pero es bastante difícil poder hablar cuando tienes toda una estructura tratando de silenciarte, una estructura que, además, era todo tu mundo hasta el día anterior.

Entonces, la gente que sale pues intenta sobrellevar su trauma y seguir adelante y no hacer cómo yo y estar aquí escribiendo lo que pasó, algo que entiendo completamente.

Aun así, me parece importante dar algo más de contexto y poner mi granito de arena en divulgar los puntos más importantes que pueden conllevar situaciones de abuso en el Camino Neocatecumenal.

Referencias bibliográficas

Rubio, I. (2022). El fanático que llevamos dentro. Revista Tras|Pasos, 9, 15-24.

AIIAP